martes, 22 de mayo de 2012

CARACTERIZACIÓN DE PERSONAJE


PERFIL


Demetrio es un hombre de 20 años que trabaja como sexador de pollos en una empresa de avicultura. Es solitario, no confía en las personas, casi no habla, sufre de agorafobia, no le gusta su trabajo pero está resignado en el. Su única compañía es un perro. Aparenta más edad de la que tiene, las canas prematuras en su cabellera ayudan un poco.  


FICHA

Demetrio nació como un milagro concebido por sus padres ya avanzados en edad en una finca de Nariño Colombia, donde sus padres se criaron y aprendieron a vivir del cultivo de las  habas y la quinua; no fue casualidad que sus padres le llamaran Demetrio, que significa Sagrado para la tierra o que ama la tierra. Este amor por la tierra le fue transmitido a Demetrio quien aprendía de los animales de la finca y de los cultivos, también iba a la escuela del pueblo y hacia amigos como cualquier niño. Poco aprendió del hombre cuando a sus 7 años sus padres fallecieron a causa de atravesar un atajo minado por los agentes del conflicto armado. Demetrio confundido fue trasladado a la ciudad de Bogotá, apenas si entendía que sus padres ya no estarían con él más y que la tierra que les pertenecía ya no la volvería a ver. Fue llevado a donde la única pariente que lograron localizar los de Bienestar familiar, una prima lejana llamada Consuelo que vivía en Bogotá en un barrio del centro, y que vivía de alquilar las habitaciones de su casa a extraños. Demetrio atormentado por el brusco cambio nunca llego a acoplarse, su prima Consuelo nunca llego a brindarle grandes cuidados, a duras penas si le daba comida y le metió en una escuela pública cerca de la posada, para deshacerse de él en la mañana, pero Demetrio dejo de asistir sin que la prima Consuelo se percatara en lo más mínimo; Demetrio opto por encerrarse en su cuarto, le temía a todas las personas a su alrededor, solo salía por las noches para husmear lo que había quedado de la comida; pero tampoco era una perita en dulce, había adquirido un gran habilidad para pasar desapercibido y aprovechándola a veces husmeaba los cuartos de las personas que no estaban para robarles cosas o algunos centavos, a veces ni siquiera robaba cosas que necesitara sino cosas que le parecían curiosas y las guardaba en una tabla del piso debajo de la cama, lo hacía casi, como un entretenimiento, para conocer a las personas que nunca llegaría a conocer comunicándose con ellos.

A los 14 años cuando buscaba comida por la noche, escucho un perro gemir en la acera, salió para mirarlo mejor, y vio que estaba herido, lo entro en la casa y le curó las heridas; en el momento en que le ofrecía algo de comida sale su prima Consuelo y lo ve, le hecha de la casa acusándolo de mantenido, holgazán, ladrón y descarado.

Demetrio queda paralizado en la calle, enfrentado a su peor temor, sin embargo el perro emprende el camino y Demetrio por no quedarse solo le sigue. El perro lo lleva hasta el parque, un lugar donde Demetrio se siente un poco más tranquilo, pues percibe con agrado los arboles y las flores, y la soledad de la noche. Demetrio se sienta al lado de unos crisantemos, no llora, su rostro es como una máscara inexpresiva, el perro se sienta a su lado, Demetrio saca un librito donde tiene una foto de sus padres, toma un crisantemo y lo pone junto a la foto, cierra el libro y se queda dormido. En la mañana lo despierta, además de los ruidos ensordecedores de la ciudad, un anciano inquilino de su prima Consuelo que lo ha buscado para ofrecerle su ayuda, trata de conversar con Demetrio pero no obteniendo casi respuesta de él, le deja una tarjeta con el nombre de un político que quizá le puede ayudar a conseguir trabajo. Pasan los días de ayuno y el perro sigue acompañando a Demetrio. Al final el hambre y la agorafobia ganan, Demetrio decide ir por ayuda. El político aquel, ayuda a Demetrio y le consigue un trabajo en una empresa avicultora como cargador, pero con el pasar del tiempo, tras descubrirlo en varias ocasiones tocando y cargando a los pollos, y tras sacarle algunas palabras sobre su pasado en la finca, los supervisores descubren su habilidad con los animales y le recomiendan con el jefe quien lo contrata como sexador de pollos.

Allí lleva trabajando Demetrio desde los 14 años, ahora tiene 20 y se ha resignado a su trabajo, su miedo a la gente y a los espacios públicos no lo abandona, sin embargo todos los días realiza el sacrificio de ir hasta el parque por un crisantemo para el altar que le tiene en casa a la foto de sus difuntos padres. Todo lo que necesita para sobrevivir lo pide a domicilio. La esperanza le ha abandonado casi por completo, Demetrio nunca llora pero tampoco sonríe, su única muestra de cariño por algo es y acariciar un poco las orejas y servir la comida a su perro Froilán. La vida de Demetrio se limita a un ritual inalterable de dormir, trabajar, recoger la flor, alimentar a su perro, alimentarse él una vez por la noche y dormir.
Su única muestra de fe puede interpretarse por el hecho de que todos los días recoja una flor para sus difuntos padres. Tanto aburridora es su vida que su perro, callejero de corazón, aprovechara cualquier oportunidad para volarse de casa y dar una vuelta por el vecindario.                          

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