domingo, 13 de mayo de 2012

PRIMER BOCETO ARGUMENTO




Bicho raro – Animación

Un personaje vive en una rutina aburrida frente a su computador, sus ojos son rojos como la sangre y sus manos no paran de digitar. Su perro aburrido echado en el piso lo mira y le ladra, nuestro personaje sin interrumpir su rutina le hace un gesto mecánico de silencio con un dedo en la boca y prosigue naturalmente con su tarea. El perro vuelve a acomodarse. De repente se escucha un ruido, el viento abrió una ventana, el perro  ladra emocionado, mira a su amo y mira la ventana como indicándole “quiero salir”, el dueño repite su gesto mecánico con el dedo en la boca, el perro sigue ladrando hasta que sus ganas incontenibles de salir le llevan a saltar. Nuestro personaje sigue trabajando inadvertido, el viento de la ventana le roza la cara, finalmente cae en cuenta de que algo ha ocurrido, mira a su alrededor y se da cuenta que su perro se ha ido y sale a buscarlo.
Mientras camina por las calles buscando a su perro, observa a su alrededor intimidado por las miradas de las personas, camina más aprisa y finalmente cuando ya casi está corriendo ve a su perro, este le ladra a una cajita que se mueve sola que esta tirada en el piso.  El personaje se olvida de las miradas de la gente y va tras la cajita con curiosidad, quiere abrirla aunque siente temor; sin embargo después de un momento de duda se atreve y la abre.  De ella salen un mundo de colores que pintan el espacio y dibujan formas sicodélicas, e inmediatamente después sale una mariposa gigante que se le abalanza a nuestro personaje, él la esquiva, la mariposa de nuevo se avienta sobre él, pero a medida que se aproxima se vuelve más pequeña, y aprovechando la cara de sorprendido del personaje se le mete en la boca y el personaje se la traga. El perro que ha estado asustado detrás de su amo todo el tiempo, mira absorto como éste se convierte en una larva y cae en la cajita que se cierra herméticamente. El perro le ladra incansablemente a la cajita mientras las miradas de las personas se alejan.
Pasan los días y el perro se ve cada vez más sucio y lánguido, sin embargo este no se aleja de la cajita que un día empieza a moverse, el perro contento comienza a ladrarle a la caja, lo que llama la atención de una mujer que iba caminando absorta en su blackberry, ésta dubitativa se acerca a la cajita, y finalmente la abre.   

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